Aborto y seguridad moral

Resumen

La posición católica ante el aborto se deriva de dos supuestos básicos:

(l) El feto es una persona a partir de la fecundación.

(2) Es moralmente peor matar intencionalmente al feto que dejar morir a la madre por no matar al feto. Ésta es la famosa doctrina del doble efecto, tal y como se aplica al aborto.

Al leer la literatura publicada en la ultima década sobre el aborto, estas dos cuestiones parecen surgir como las áreas de mayor controversia. Es también evidente que ningún punto de vista acerca de las mismas ha obtenido una aceptación general. En lo que se refiere a la literatura contemporánea, nos enfrentamos a una incertidumbre respecto a estas cuestiones.

Se muestra que la posición católica dice que ante la ausencia de conocimiento acerca de la naturaleza del feto, la única posición moralmente segura es suponer que el feto es una persona y no abortarlo. La primera parte del artículo se dedica a mostrar que el católico está de hecho inseguro acerca de la naturaleza del feto y que se supone su carácter de persona para los efectos prácticos de decisión. A continuación se desarrolla un poco más la tesis católica con una breve discusión de la doctrina del doble efecto.

La parte más importante del artículo constituye un intento por mostrar que se puede aceptar la incertidumbre acerca del feto y la doctrina del doble efecto y, sin embargo, alcanzar una posición racional sobre la moralidad del aborto. Esto se obtiene considerando las diversas combinaciones posibles de los factores controvertidos y cuáles combinaciones indican que el aborto es correcto y cuáles que es incorrecto. Se aplican entonces probabilidades acerca de la corrección o incorrección del aborto, en el caso en que la continuación del embarazo amenaza la vida de la madre. La tesis que propone el artículo es la de que en ausencia de certidumbre sobre las cuestiones más importantes, podemos tomar una decisión con base en las probabilidades. Utilizando este procedimiento, se muestra que el aborto hecho para salvar a la madre tiene mayores probabilidades de corrección moral que el no abortar, por lo que es la postura moralmente segura.
[Resumen de James R. Greenwell]