The Notion of Logical Privacy: Has its Incoherence Been Demonstrated?

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David Pole

Resumen

El concepto de lenguaje privado. Hemos de imaginar un lenguaje tal que sólo permite referirse a cosas de las que únicamente yo puedo tener conocimiento directo: mis propias sensaciones e impresiones internas. Todas éstas, aun en el lenguaje ordinario, son "privadas"; sólo yo las "tengo", sólo yo puedo informar acerca de ellas con suficiente autoridad. Pero éste es, más bien, un sublenguaje dentro de una totalidad; presupone el organismo más amplio del que forma parte. Vamos a examinar la posibilidad de privacidad en el lenguaje, en un aspecto más amplio.

El argumento de Wittgenstein. Cualquier lenguaje, en cuanto lenguaje, obedece reglas y debe, asimismo, ser capaz de desobedecerlas. Sólo podemos decir que algo es correcto en la medida en que hubiéramos podido decir también que era incorrecto. En un "lenguaje privado" (como el que antes caracterizamos) no se aplica ninguna de las dos nociones; por ende, no se trata de un lenguaje. El solipsismo, por lo tanto, no debe llamarse falso; no es ni siquiera inteligiblemente expresable. En efecto, en un lenguaje que fuese privado, sólo puedo recurrir, por definición, a mi impresión presente. Podría decir que se asemeja a otra anterior; pero, una vez más, sólo puedo recurrir a mi impresión presente de esa semejanza, y no puede haber otra posibilidad de comprobación. Per impossibile, cualquier cosa que diga será verdadera; lo que significa que los conceptos "verdadero" y "falso" carecen de aplicación.

La crítica de Jonathan Bennett. Hemos puesto en cuestión a bien la memoria, la facultad misma, a bien impresiones mnémicas particulares. En el primer caso, el recurso a la percepción no puede prestarnos ayuda; pues la misma percepción depende de la memoria. Las impresiones perceptuales presentes sólo pueden comprobarse con mi memoria de otras impresiones pasadas. En el segundo caso, no parece haber ninguna razón para que impresiones mnémicas particulares no pudieran comprobarse una con otra, y la una sirviera para sostener la otra, justo como impresiones de otras clases sirven para sostenerse unas a otras.

Desarrollo de la crítica de Bennett. Una objeción posible sería que, antes de que ocurra una segunda impresión, la primera habrá desaparecido sin posibilidad de retorno. Pero puedo tener dos impresiones presentes tales que cada una sirva para sostener la otra. Una sería una impresión mnémica presente, que consistiría en una memoria directa de algún acontecimiento pasado; la otra sería una impresión mnémica de un acontecimiento subsecuente, también pasado, que consistiría en una memoria directa de la anterior. Cada una sostendría a la otra.

Dos interpretaciones del argumento de Wittgenstein. Se condena por imposible un lenguaje privado, en contraste con uno público. Pero este último podría significar solamente, en un sentido "débil", un lenguaje que permitiría tanto percepciones como otras impresiones, esto es, referencias a cosas públicas. y un lenguaje semejante sería por principio cognoscible, aunque no necesariamente conocido, por otras personas. Una pretensión más "fuerte" (a la que Wittgenstein se muestra a menudo favorable) sería la de una comunidad existente de usos de lenguaje; con la práctica de esos usos comunes debería comprobarse cualquier uso de lenguaje dado. Bennett responde que "Lo que dicen las otras personas es sólo un caso especial de lo que hacen ciertos objetos." Esta respuesta comete una petición de principio. Toda la cuestión estriba en que un lenguaje que fuese privado se rechaza por inconsistente; y la forma de argumentación será la misma si la privacidad del lenguaje se interpreta en el sentido "fuerte" o en el sentido "débil". Con todo, el argumento antes esbozado sólo parece prestar apoyo, de hecho, a la interpretación "débil". La otra podría sostenerse con un recurso básico a "actitudes" (en el sentido de Wittgenstein) o reduciéndonos al extremo en que las justificaciones se terminan. Empero, en la medida en que el rechazo de la posibilidad de un lenguaje privado haya de sostenerse en el tipo de argumentación que encontramos en las Investigaciones Filosóficas, §§ 258 Y ss., parece que sólo puede mantenerse la posición "débil".

El argumento alternativo de Bennett. Supongamos que nos restringimos a nuestro propio mundo interior, entonces no podemos tener ninguna distinción operante entre memorias propiamente dichas y meras impresiones mnémicas. La misma noción de memoria, y con ella la noción de pasado, cae por vacía. Las cosas psíquicas duran en el tiempo, pero para tan siquiera hablar de "impresiones mnémicas", como opuestas a sensaciones presentes con un carácter distintivo, necesitamos más de lo que puede suministramos la mera experiencia interna.

Respuesta al argumento de Bennett. Tenemos que reducirnos a un momento singular de tiempo, o, de lo contrario, hemos de tener al menos —si no memorias del pasado— expectativas del futuro; (aunque éstas podrían también reducirse a experiencias presentes, de acuerdo con la misma forma de análisis). Una impresión mnémica presente lleva consigo al menos la presunción de que una impresión futura, en el caso de que los pensamientos vuelvan al mismo acontecimiento pasado, resultará acorde con ella. Pero estas impresiones sólo pueden mostrarse acordes o desacordes, confirmarse o entrar en conflicto una con otra, en la medida en que sean impresiones de algo diferente que ellas mismas, en este caso de un acontecimiento pasado. Meras experiencias o sensaciones, en cuanto experiencias, pueden ser semejantes o diferentes, pero no pueden confirmarse o entrar en conflicto una con otra. Colofón. El resultado es en gran medida negativo. Parece no haberse justificado todavía la imposibilidad de la privacidad de un lenguaje. Queda sin demostrar, pero sin refutar tampoco, la posibilidad de que, así como la misma facultad de percepción requiere de la memoria para poder operar -según lo ha mostrado Bennett-, así también la facultad de la memoria requiera de la percepción.

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Cómo citar
Pole, D. (1968). The Notion of Logical Privacy: Has its Incoherence Been Demonstrated?. Crítica. Revista Hispanoamericana De Filosofía, 2(5), 71–88. https://doi.org/10.22201/iifs.18704905e.1968.45

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