Explicación, causación y leyes

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Dorothy Edgington

Resumen

En tanto que el profesor Salmon argumenta en favor de la paridad entre causación y reyes (Véase su ensayo “Scientific Explanation: Causation and Implication”, en pp. 3-21 de este número de Crítica), yo argumento en favor de la prioridad: afirmo que la causación es esencial a la explicación de por qué suceden las cosas o por qué ciertas cosas son verdad; las leyes son un lujo, un elemento adicional optativo.


1. Explicar algo es hacerlo inteligible o susceptible de ser entendido. En este artículo sostengo que hay una estrecha conexión entre la explicación y la causación. Primeramente examino la explicación de ciertos fenómenos humanos —el lenguaje, las convenciones, la conducta humana en general y la vida mental. La aplicación de la noción de explicación a estas cuestiones es poco problemática, pues ellas no existirían si no fuese posible entenderlas.


2. Paso a considerar la pregunta “¿por qué tal y cual cosa es el caso?” para el caso del mundo no humano. ¿Hay algo que tenga que ser entendido? ¿En qué consiste este entendimiento? Argumento que la respuesta más obvia a estas preguntas recurre a la noción de causación.


3. ¿Por que esta noción es materia de controversia? Porque, desde Burne, la causalidad, en tanto que manera como se relacionan los sucesos en el mundo, ha sido metafísicamente sospechosa debido a los problemas epistemológicos que supone. Hume argumentó que no podemos conocer esa relación (a) a priori ni (b) mediante la observación.


4. Argumento que tanto (a) como (b) son problemáticas, En último término, cualquier descripción de “los hechos” tiene implicaciones causales.


5. Lo anterior explica el fracaso de los intentos de “analizar” la causalidad en términos que no la presupongan.


6. Examino la propuesta de Hempel y pongo de relieve que el fracaso de su intento de proporcionar una condición necesaria mediante la noción de “inferencias a partir de leyes”, refleja el fracaso del análisis de la causación en términos de regularidades o leyes.


7. Pregunto si acaso Hempel proporciona condiciones necesarias para la explicación; esto es, si (a) tenemos que conocer leyes para poder dar una explicación y (b) si tiene que haber leyes (deterministas o probabilistas) que gobiernen el comportamiento de lo que se pretende explicar. Contesto que “no” a ambas preguntas.


8. Finalmente, encuentro varias dificultades en la idea de que las llamadas “leyes de alto nivel” que no son causales (tales como las leyes de la conservación, los principios de equivalencia, etc.) explican por qué sucede algo.

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Cómo citar
Edgington, D. (2018). Explicación, causación y leyes. Crítica. Revista Hispanoamericana De Filosofía, 22(66), 55–73. https://doi.org/10.22201/iifs.18704905e.1990.776

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